ANTIGUO EGIPTO
Civilización egipcia
¿Qué es la civilización egipcia?
La civilización egipcia fue una sociedad de la Edad Antigua que se desarrolló entre 3300 a. C. y 332 a. C., en el valle del río Nilo, al norte de África. La riqueza de sus recursos naturales y su aislamiento geográfico le permitieron convertirse en una civilización muy poderosa.
En su larga historia, mantuvo una tradición cultural que le dio unidad en los momentos de crisis política y social. En los períodos de auge estatal, el reino de Egipto estaba unificado bajo el mando de un faraón cuyo poder se legitimaba a través de las creencias religiosas.
Características de la civilización egipcia
Las principales características de la civilización egipcia fueron:
- Habitó los valles del río Nilo, al norte de África, entre 3300 y 332 a. C.
- Tuvo una larga historia, marcada por períodos de unificación y dispersión del reino de Egipto.
- Organizó el Estado en torno a la figura del faraón, que era un soberano absoluto legitimado por las creencias religiosas.
- Su organización económica estaba controlada desde el Estado, a través de un sistema de tributación y redistribución de productos y servicios.
- Estableció una religión politeista, cuyos principales dioses fueron Osiris, Isis, Horus y Seth.
- Tenía una sociedad jerarquizada, con clases privilegiadas que vivían del tributo que pagaba la mayoría de la población.
- Desarrolló un complejo sistema de escritura que evolucionó a través del tiempo.


Organización social de la civilización egipcia
A lo largo de su historia, el pueblo egipcio estuvo gobernado por una clase social dominante que vivía de los tributos que pagaba el resto de la población. A esta clase pertenecían el faraón y su familia, los miembros de la corte, las familias nobles, los grupos de sacerdotes y funcionarios administrativos que tenían diferente nivel de poder según sus funciones.
El Estado egipcio mantenía algunos funcionarios por la necesidad de sus oficios en la administración del reino. Por ejemplo, los escribas eran las personas que sabían leer, escribir y contar. Eran empleados en los palacios y templos, y debían encargarse de registrar la recaudación de impuestos y administrar las riquezas del gobierno.
Además, en las ciudades había artesanos y personas que se dedicaban a diversos oficios: albañiles, tejedores, comerciantes, alfareros, etc. Había tareas que se consideraban más dignas que otras. Por ejemplo, los escultores que hacían las estatuas que decoraban los templos y palacios eran mejor aceptados socialmente. En cambio, los embalsamadores (personas dedicadas a la momificación de los cuerpos) debían vivir en barrios alejados porque se los consideraba impuros.

Economía de la civilización egipcia
La economía de la civilización egipcia estuvo controlada desde el Estado a lo largo de su historia. Como la base de la producción era agrícola y dependía del río Nilo, el Estado tenía la necesidad de distribuir el agua a través de canales y controlar los recursos productivos.
El faraón era el dueño de todas las tierras y las delegaba a los sacerdotes y funcionarios del gobierno. Estos, a su vez, las designaban a los campesinos para que las trabajen a cambio del pago de un tributo. La producción agrícola se basaba en trigo, cebada, frutas y hortalizas. Además, aprovechaban el papiro para hacer papel y obtenían oro, cobre, amatista y turquesas de las cadenas montañosas.
A su vez, el Estado egipcio desarrolló un sistema de redistribución de bienes en torno a los palacios reales y los templos. A través de la recaudación de tributos a los campesinos y artesanos, diferentes bienes y productos eran almacenados por los funcionarios y los sacerdotes.

Religión egipcia
La religión egipcia era politeísta, es decir, que veneraban a muchos dioses. Se constituyó como el resultado de diferentes cultos locales de los pueblos que habitaban todo el valle del Nilo. Estas creencias se centraban en la existencia de divinidades identificadas con diferentes fenómenos de la naturaleza, astros y animales. Muchas veces, las divinidades eran representadas con formas humanas o con una combinación de rasgos humanos y animales. Con la unificación del reino de Egipto, los sacerdotes crearon un panteón unificado.
Mito fundacional
El mito fundacional de la religión contaba que Osiris (dios del sol y creador de todo) estaba casado con Isis (diosa de la fecundidad y de la magia) y, juntos, habían engendrado a Horus (dios del cielo, protector de la realeza egipcia). Seth (dios del desierto, hermano de Osiris) había asesinado a Osiris y usurpado el trono de Egipto. Cuando Isis lloró la muerte de su esposo, provocó el primer desborde del río Nilo y, luego, decidió momificar el cuerpo de Osiris.

Arquitectura egipcia
Las pirámides constituyen uno de los principales íconos de la arquitectura egipcia. Consisten en majestuosas construcciones de piedra que funcionaban como tumbas y que permitían al alma del faraón emprender su viaje hacia otra vida. Disponían de un complejo sistema de pasillos y recámaras. En la cámara principal, de más difícil acceso, ubicaban el cuerpo momificado junto con numerosas pertenencias, comida, bebida y objetos de valor que podrían serle útiles al alma en otra vida.
La gran pirámide de Guiza fue mandada a construir por el faraón Keops alrededor del año 2570 a.C., y su base mide 440 codos x 440 codos (que equivale a 230,56 metros x 230,56 metros). Se estima que su construcción duró 20 años y que requirió el trabajo de unos 10.000 hombres. Actualmente es la más antigua de las siete maravillas del mundo.
La mayoría de las pirámides han sido saqueadas a lo largo de la historia, debido a la cantidad de objetos de valor que contenían. Sin embargo, los arqueólogos han podido conocer detalles asombrosos gracias a las escrituras en jeroglífico que abundan en las paredes de estos templos.

PIRÁMIDE ESCALONADA DE ZOSER



Pirámide escalonada de zoser en saqqara
La mastaba de Saqqara tenía planta cuadrada, con 63 metros de lado, y alcanzaba una altura de 8 metros. Su núcleo, formado de piedras unidas con un mortero de arcilla, se revistió, hasta una altura de 2,60 metros, con bloques pulidos de la más fina caliza egipcia procedente de la vecina cantera de Tura, que daban al edificio un aspecto de inmaculada blancura. Cabría preguntarse por qué los constructores no cubrieron la totalidad de los lados o aumentaron incluso su elevación.
Más allá de meras consideraciones técnicas, se trata de un ejemplo de la particular sensibilidad de los antiguos egipcios, de su sentido de lo eterno: el tramo superior sin revestir recordaría que, más abajo, la belleza de lo perfecto permanecía inalterable para siempre. La mastaba recibió un segundo revestimiento de bloques calizos, que aumentó los lados de su base hasta 71,50 metros, pero tampoco se incrementó su altura, ya que esta segunda envoltura se quedó a 65 centímetros de la alcanzada por la mastaba inicial.
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El nacimiento de una pirámide
Durante el reinado de Zoser se llevó a cabo una nueva ampliación. La mastaba se alargó 8,36 metros hacia el este, con lo que quedaron tapadas las entradas de once pozos, de 33 metros de profundidad, frente a la cara oriental de la tumba. Cada pozo conducía a una galería de una treintena de metros de longitud, que discurría bajo el monumento. Las cinco primeras galerías, revestidas con tablones de madera, resultaron ser tumbas de familiares del rey, mientras que las seis restantes eran almacenes. La mastaba, de base rectangular, medía entonces 71,50 por 79,86 metros y mantenía su altura inicial de 8 metros.
Probablemente fue en ese momento cuando el arquitecto Imhotep decidió que la tumba de Zoser adoptase la forma de una gran escalera por la que el rey difunto ascendería a los cielos. Para ello amplió sus cuatro lados con bloques de piedra de hasta 2,90 metros de grosor. Sobre esta base se levantaron tres gigantescos escalones, en forma de mastabas, que elevaron la estructura a 42 metros de altura. De este modo, a partir de la superposición de mastabas cada vez más pequeñas, había nacido la primera pirámide escalonada de la historia de la humanidad. Pero Imhotep decidió engrandecer aún más su obra, de modo que fuera visible desde la lejanía del inmenso palmeral de Menfis. Fue así como se añadieron dos escalones más, ampliando los lados existentes hacia el norte y el oeste. La pirámide definitiva medía 109 por 121 metros en su base, con una altura cercana a los 60 metros.


PIRÁMIDES DE GIZA
¿Quién construyó las pirámides de Guiza?
Las pirámides de Guiza fueron construidas durante la cuarta dinastía por los antiguos faraones egipcios Keops, Kefrén y Micerino.
Sin embargo, no fueron las primeras pirámides que se construyeron. La primera pirámide fue construida por el faraón Zoser en Saqqara alrededor del 2670 a.C., y luego, en el 2630 a.C., el faraón Seneferu, padre de Keops, construyó la primera pirámide verdadera, la pirámide Roja en Dashur.

Pirámide de Keops
Terminada en torno al 2560 a.C.
La pirámide más antigua de Guiza es la gran pirámide de Keops. Comenzó a construirse en torno al año 2600 a.C. y se terminó alrededor del 2570 a.C. Cuenta con tres cámaras conocidas que albergaban el sarcófago del rey junto con sus tesoros. También se asocian a Keops tres pirámides de la reina más pequeñas y dos fosos para barcas. Con una altura de 137 m, esta pirámide fue considerada la estructura más alta hecha por el hombre durante miles de años.

Pirámide de Kefrén
Terminada en torno al 2570 a.C.
La siguiente pirámide fue construida por el hijo de Keops, Kefrén. Con 136 m de altura, es la segunda pirámide más alta de Guiza. Se terminó de construir hacia el año 2570 a.C. y parece más grande que la pirámide de Keops, ya que se encuentra en un terreno más elevado. El pico de la pirámide aún está coronado por el revestimiento original de piedra caliza pulida. El templo del valle, varias estatuas de Kefrén y la gran esfinge también forman parte de este complejo piramidal.
La gran esfinge de Guiza
Terminada en torno al 2510 a.C.
Cerca del templo del valle de Kefrén se encuentra una enorme escultura de la gran esfinge. Los antiguos griegos la llamaban "la esfinge" porque se parecía a su mítico monstruo alado con cabeza de hombre y cuerpo de león. Aunque nadie sabe con certeza para qué estaba pensada esta estatua, fue tallada en la roca madre durante el reinado de Kefrén, y probablemente represente sus rasgos.

Pirámide de Micerino
Terminada en torno al 2510 a.C.
La última de las pirámides de Guiza se construyó para el hijo de Kefrén, Micerino, en torno al año 2510 a.C. Es la más pequeña de las tres pirámides principales, ya que cuenta con solo 62 metros de altura. Se cree que el faraón Micerino murió antes de que se completara la estructura y que se dejaron algunas piedras sin terminar. La pirámide de Micerino también está acompañada de tres pirámides más pequeñas, así como de un templo en el valle que en su día contenía muchas estatuas del rey.

Pirámides de las reinas
Construidas en torno al 2600-2500 a.C.
Al este de la gran pirámide de Keops, hay tres pequeñas pirámides, algunas de apenas 20 m de altura. Son las tumbas de las esposas y hermanas de Keops, conocidas popularmente como las pirámides de las reinas. Incluyen la pirámide de Hetepheres, la madre de Keops, y de las reinas Meritites y Henutsen, sus esposas. Al sur de la pirámide de Micerino hay otras tres pequeñas pirámides de las reinas, pero se desconoce quién está enterrado allí.

Cementerios y tumbas de los nobles
Alrededor de las tres pirámides se encuentran muchas estructuras funerarias de cima plana llamadas mastabas. Se utilizaban para enterrar a los parientes menores o a los funcionarios de los reyes y estaban dispuestas a lo largo de calles y avenidas. Se construyeron entre el 2575 y el 2465 a.C. También se pueden ver las tumbas de los trabajadores que tardaron hasta 85 años en terminar de construir las tres pirámides y el resto del complejo de Guiza.

TEMPLO DE AMÓN
El templo de Karnak: el gran santuario de Amón
El templo de Karnak, situado en la actual Luxor, Egipto, fue el epicentro del culto religioso durante más de dos milenios en el antiguo Egipto. Dedicado principalmente al dios Amón, este complejo es considerado el mayor centro de culto del mundo antiguo. Su construcción comenzó hace más de 4000 años bajo el rey Intef II de la dinastía XI, y se expandió con las contribuciones de sucesivos faraones como Tutmosis I y Hatshepsut. Karnak no solo era un lugar de culto, sino también un símbolo político y un puente entre lo terrenal y lo divino.
La historia del templo de Karnak se remonta a la dinastía XI, hace más de 4000 años, cuando el rey Intef II inició la construcción del templo de Amón-Re en Tebas. Este primitivo templo se erigió frente a la majestuosa montaña tebana, donde descansan las tumbas de los personajes más ilustres del Antiguo Egipto. Con el tiempo, este núcleo inicial se transformó en uno de los lugares de culto más ricos y complejos de la antigüedad, expandiéndose bajo la influencia de sucesivos faraones que añadieron su toque personal al diseño original.
La elección de Tebas como ubicación del templo no fue casual. Esta ciudad, que más tarde se convertiría en Luxor, estaba estratégicamente situada a orillas del Nilo, permitiendo un acceso fácil y un flujo constante de recursos. La ubicación también tenía un significado espiritual, ya que los antiguos egipcios creían que el Nilo era un río sagrado que conectaba el mundo de los vivos con el de los muertos. Así, el templo de Karnak no solo era un lugar de culto, sino también un puente entre lo terrenal y lo divino.

IDENTIFICACIÓN: Nos encontramos ante una imagen de la fachada del Templo de Amón-Ra en Karnak. Se encuentra cerca de Tebas, capital del Imperio Nuevo. Es posible que su construcción comenzara durante el Imperio Medio, pero sin duda el gran impulso constructivo llegó durante el Imperio Nuevo bajo el mandato de diferentes faraones como Tutmosis I, Tutmosis II, Tutmosis III y Ramsés I. Es uno de los templos más grandes de Egipto y también uno de los mejor conservados.
DESCRIPCIÓN: En la imagen observamos el "dromos" o avenida de las esfinges que finaliza en los dos pilonos de entrada al templo. El pilono de la izquierda parece por su altura medio derruido, en ellos se observan cuatro nichos, donde se ubicarían los mástiles y en la parte superior un conjunto de ventanas donde se colocarían unas argollas que permitieran sostener los mástiles de gran altura.
ASPECTOS MATERIALES Y TÉCNICOS: Se trata de un sistema constructivo adintelado o arquitrabado como todos los edificios egipcios. Para su construcción se emplearon sillares bien cortados y encuadrados de roca caliza provenientes de una cantera local. También se utilizaron otros materiales para como granito rosado para otros aspectos ornamentales como los colosos de Ramsés II. Es posible que se utilizara el adobe para otros edificios auxiliares de menor importancia y para la construcción de la muralla que rodeaba el templo. Sin duda, su construcción requirió en un número elevado de mano de obra humana y algunos elementos rudimentarios como grúas o poleas que permitieran levantar los sillares a tan gran altura.


Historia y construcción del Templo de Karnak
El inicio con el rey Intef II y la dinastía XI
La historia del templo de Karnak se remonta a la dinastía XI, hace más de 4000 años, cuando el rey Intef II inició la construcción del templo de Amón-Re en Tebas. Este primitivo templo se erigió frente a la majestuosa montaña tebana, donde descansan las tumbas de los personajes más ilustres del Antiguo Egipto. Con el tiempo, este núcleo inicial se transformó en uno de los lugares de culto más ricos y complejos de la antigüedad, expandiéndose bajo la influencia de sucesivos faraones que añadieron su toque personal al diseño original.
Desde sus inicios, el templo de Karnak fue diseñado para impresionar. Las dimensiones del complejo, junto con la riqueza de sus decoraciones, reflejan la importancia que los antiguos egipcios otorgaban a sus dioses y a la vida después de la muerte. Cada piedra y cada inscripción cuentan la historia de un pueblo que vivía en estrecha comunión con sus deidades, y que veía en el templo un reflejo de su propia grandeza y aspiraciones.

La sala hipóstila y la coronación de los faraones
La sala hipóstila del templo de Karnak es, sin duda, una de las construcciones más impresionantes del complejo. Esta vasta sala, que cubre más de 5000 m², está sostenida por 134 columnas papiriformes, cada una de las cuales alcanza alturas monumentales. Las doce columnas centrales, más altas que las demás, permitían la entrada de luz a través de grandes ventanas de piedra, creando un ambiente de misticismo y solemnidad.
La sala hipóstila no solo era un logro arquitectónico, sino también un espacio de gran importancia ceremonial. Era aquí donde se llevaban a cabo las coronaciones de los faraones, un evento que simbolizaba la continuidad del orden divino y la legitimidad del nuevo gobernante. El ambiente majestuoso de la sala, con sus columnas decoradas con relieves policromados, proporcionaba un escenario digno de tales eventos.
El diseño de la sala hipóstila también tenía un significado simbólico. Las columnas, que imitaban los tallos de papiro, representaban el pantano primigenio del cual surgió la vida según la mitología egipcia. Este simbolismo reflejaba la creencia de que el faraón, al ser coronado en este espacio, renacía como un nuevo ser divino, listo para gobernar con sabiduría y justicia.

TEMPLO DE HATSHEPSUT
Una de las muchas responsabilidades de cualquier monarca egipcio era la construcción de monumentos arquitectónicos en honor a los dioses y para preservar el recuerdo de su reinado por toda la eternidad. Estos proyectos arquitectónicos no eran un simple gesto grandioso por parte del rey para satisfacer su ego, sino que tenían una función central en la fundación y el desarrollo del estado unificado. Estos proyectos garantizaban que los granjeros tuvieran trabajo durante el periodo de inundaciones del Nilo, incentivaban la cohesión por medio de un trabajo colectivo y el orgullo de la contribución de cada uno al proyecto, y servían como una oportunidad para expresar el ma'at, la armonía y el equilibrio que constituía el valor fundamental de la cultura a través de un esfuerzo común y nacional.
Hay muchos ejemplos de estos increíbles monumentos y templos por todo Egipto, desde las pirámides de Guiza en el norte hasta el templo de Karnak en el sur. De entre todos ellos, el templo funerario de la reina Hatshepsut (1479-1458 a.C.) en Deir el-Bahri destaca como uno de los más impresionantes.
El edificio está basado en el templo funerario de Mentuhotep II (en torno a 2061-2010 a.C.), el gran príncipe tebano que fundó la Dinastía XI e inició el Imperio Medio de Egipto (2040-1782 a.C.). Mentuhotep II estaba considerado como "el segundo Menes" por sus coetáneos, una referencia al rey legendario de la Dinastía I de Egipto, y siguió siendo altamente venerado durante el resto de la historia de Egipto. El templo de Mentuhotep II fue construido durante su reinado al otro lado del río desde Tebas en Deir el-Bahri; la primera estructura que se construyó allí. Era un concepto totalmente innovador, ya que servía tanto de templo como de tumba.
El rey no se enterraría en el propio recinto, sino en una tumba excavada en los acantilados de roca detrás del templo. La estructura entera se diseñó para que encajara de manera orgánica con el paisaje y los altos acantilados, y era el recinto funerario más sorprendente construido en el Alto Egipto y el más elaborado desde el Imperio Antiguo.
Hatshepsut, una admiradora del templo de Mentuhotep II diseñó el suyo propio como un reflejo de este, pero a una escala mucho mayor y, en caso de que a alguien se le escapara el parecido, ordenó construirlo junto al templo anterior. Hatshepsut siempre había tenido muy presentes las maneras en las que podía elevar su imagen pública e inmortalizar su nombre. Este templo logró ambos objetivos.

Diseño y disposición del templo
Ordenó construir un templo mortuorio en algún momento poco después de acceder al poder en 1479 a.C. diseñado de manera que contara la historia de su vida y sobrepasara a todos los demás en elegancia y grandiosidad. El templo fue diseñado por Senenmut, el administrador y confidente de la reina, que también fue tutor de Neferu-Ra y posiblemente amante de Hatshepsut. Senenmut se inspiró detalladamente en el templo de Mentuhotep II, pero tomó todos los aspectos del templo anterior y los hizo más grandes, más largos, más elaborados. El templo de Mentuhotep II contaba con una larga rampa de piedra que ascendía del primer patio al segundo nivel; en el de Hatshepsut se llegaba al segundo nivel por una rampa mucho más larga y elaborada a la que se accedía a través de frondosos jardines y un elaborado pilón de entrada flanqueado por imponentes obeliscos.
Atravesando el primer patio, a nivel del suelo, se podía pasar directamente por los arcos de los lados, que conducían a avenidas y rampas pequeñas que llevaban al segundo nivel, o se podía subir por la rampa central, cuya entrada estaba flanqueada por estatuas de leones. En el segundo nivel había dos piscinas reflectantes y esfinges a ambos lados del camino hasta otra rampa que llevaba al tercer nivel.
Todos los tres niveles tenían columnatas y relieves elaborados, murales y estatuas. En el segundo patio se encontraba la tumba de Senenmut a la derecha de la rampa que llevaba al tercer nivel, una tumba apropiadamente opulenta situada bajo el segundo patio sin ninguna característica exterior para conservar la simetría. Todos los niveles son ejemplos del valor tradicional egipcio de la simetría y, como no había ninguna estructura a la izquierda de la rampa, no podía haber una tumba aparente a la derecha.
A la derecha de la rampa que llevaba al tercer nivel estaba la columnata del nacimiento, y a la izquierda la de Punt. La columnata del nacimiento contaba la historia de la creación divina de Hatshepsut.
FUENTES
https://humanidades.com/civilizacion-egipcia/
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/piramide-djoser_7518
https://www.pyramid-of-giza.com/es/historia-piramides-de-guiza/
https://www.muyinteresante.com/historia/62759.html
https://auladehistoria.org/templo-de-amon-ra-en-karnak/
https://difundirelarte.com/evolucion-de-la-arquitectura-funeraria-en-el-antiguo-egipto-vi/