ANTIGUA GRECIA
POLIS GRIEGA
POLIS
Una polis (plural: poleis) era la estructura típica de una comunidad en el mundo antiguo griego. Una polis consistía de un centro urbano, frecuentemente fortificado y con un centro sagrado construido en una acrópolis natural o un puerto, el cual controlaba un territorio circundante (chora). El término polis ha sido, por ende, traducido como "ciudad-Estado" ya que típicamente solo había una ciudad y debido a que una polis individual era independiente de otras poleis en términos de instituciones y prácticas políticas, judiciales, legales, religiosas y sociales, cada polis era, en efecto, un Estado. Como un Estado, cada polis también estaba envuelta en asuntos internacionales, tanto con otras poleis como con otros Estados no griegos en las áreas de comercio, alianzas políticas y guerras. Otras culturas tenían una estructura política y social similar, notablemente, los babilonios, etruscos y fenicios, y se cree que estos últimos fueron los creadores de la polis como una unidad comunal.
Es todo montañoso y sombreado, y tiene muchos manantiales... La ciudad está bien provista de edificios públicos, gimnasios, estoas, templos, teatros, cuadros, estatuas, y un ágora que estaba excelentemente situado para todos los fines comerciales. Descripción del siglo III AEC de la polis de Calcis (Anónimo).
Características Comunes
Aunque las poleis individuales tenían cada una su propia identidad particular y las instituciones y prácticas individuales diferían ampliamente e incluso evolucionaron con el tiempo, había varias características comunes para la mayoría. La mayor parte de la población de una polis vivía en la ciudad en lugar de extenderse a través de pequeñas comunidades agrícolas en el territorio circundante, y el corazón del centro urbano era generalmente un espacio sagrado con uno o más templos. Desde el siglo VII AEC, estos era casi siempre los edificios más impresionantes en la polis, pero en algunas ocasiones eran separados del área urbana propiamente dicha, tal vez para tomar ventaja de una locación natural más impresionante o porque aquellas locaciones tenían un significado religioso en particular.

Una Identidad Única
Aparte de los ciudadanos varones, los grupos sociales que formaban la sociedad griega también incluían mujeres, niños, esclavos, libertos, obreros y extranjeros. Estos podrían constituir hasta el 90% de la población total de la polis y, por ende, tenían que ser incluidos e involucrados en la polis de alguna manera y otra, si quería funcionar como una comunidad cohesionada. Una manera de realizarlo era crear una identidad social que diferenciaba una polis del resto. Esta identidad era lograda de varias maneras como creando un espacio comunal donde las personas pudieran mezclarse y socializar (el ágora). Otra era la práctica de festividades y celebraciones propias de la polis en fechas específicas del año, a menudo de naturaleza religiosa, la cual también reforzaba la idea de la polis tenía un fundador (a menudo mítico) único y una deidad patrona.
Arquitectura griega doméstica
En cuanto a estructuras más modestas, muchas ciudades griegas contaban con fuentes (a partir del siglo VI a.C.), donde la gente podía recoger agua fácilmente y quizás, como sugieren las escenas de cerámica con figuras negras, socializar. En cuanto a las viviendas privadas, solían construirse con ladrillos de barro, suelos de tierra compactada y sin un diseño especial. Las casas de una o dos plantas eran la norma. Más tarde, a partir del siglo V a.C., se construyeron mejores casas en piedra, normalmente con paredes exteriores enlucidas e interiores pintadas al fresco. Además, a menudo no se hacía un esfuerzo especial por planificar la ciudad, lo que solía dar lugar a un laberinto de calles estrechas y caóticas, incluso en ciudades tan grandes como Atenas. Las colonias de la Magna Grecia, como hemos visto en Selinus, eran una excepción y solían tener calles más regulares, sin duda una ventaja de construir una ciudad desde cero.
La arquitectura griega se preocupa por la simplicidad, la proporción, la perspectiva y la armonía de los edificios. La arquitectura griega incluye algunos de los edificios más bellos y característicos jamás construidos. Ejemplos de arquitectura griega son los templos, los teatros y los estadios, que se convirtieron en elementos comunes de las ciudades a partir de la Antigüedad.
Los arquitectos griegos influyeron enormemente en los arquitectos del periodo helenístico y del mundo romano, sentando las bases de los órdenes arquitectónicos clásicos que dominarían el mundo occidental desde el Renacimiento hasta nuestros días.
Los órdenes arquitectónicos clásicos
Los órdenes arquitectónicos clásicos son cinco: dórico, jónico, corintio, toscano y compuesto, todos ellos denominados así en la época romana posterior. Los arquitectos griegos crearon los tres primeros e influyeron enormemente en los dos últimos, que eran compuestos más que auténticas innovaciones. Un orden, propiamente dicho, es una combinación de un determinado estilo de columna con o sin base y un entablamento (lo que sostiene la columna: el arquitrabe, el friso y la cornisa).

Dórico, jónico y corintio, los tres órdenes griegos

Templo de la Concordia, en Agrigento (Sicilia)
Las austeras columnas dóricas del templo de la Concordia, situado en el siciliano Valle de los Templos, es un claro ejemplo de este simple y funcional orden arquitectónico.

Templo de Zeus Olímpico en Atenas
Un buen ejemplo del orden corintio, una variante del jónico que apareció en el siglo IV a. C..

El Erecteion de la Acrópolis de Atenas
El famoso Erecteion se edificó entre los años 421 y 406 a.C. y es un fantástico ejemplo del orden jónico. A la derecha se encuentran las Cariátides, seis columnas con forma de doncella que podrían representar a las seis hijas del rey Erecteo.
El dórico y el jónico perduraron durante toda la Antigüedad clásica, si bien variaron las proporciones, en especial la altura y el diámetro de las columnas, que tendieron a hacerse más esbeltas, a la vez que se aligeraba el entablamento. Ejemplos de templos construidos en estos estilos son el Partenón, paradigma del orden dórico; el Erecteion, erigido en órden jónico, y el templo de Zeus Olímpico, con sus grandiosas columnas de orden corintio. Los dos primeros se alzan en la Acrópolis de Atenas, y el último, también en Atenas, a los pies de la colina sagrada.
¿Qué materiales utilizaron los arquitectos griegos?
Sin duda, los griegos preferían el mármol, al menos para sus edificios públicos. Al principio, sin embargo, se utilizó la madera no solo para elementos arquitectónicos básicos como las columnas, sino también para los propios edificios. Los templos de principios del siglo VIII a.C. se construían así y tenían techos de paja. A partir de finales del siglo VII a.C., los templos empezaron a convertirse poco a poco en edificios de piedra, más duraderos; algunos incluso tenían una mezcla de ambos materiales. Algunos estudiosos sostienen que ciertas características decorativas de los capiteles de las columnas de piedra y los elementos del entablamento evolucionaron a partir de las habilidades del carpintero mostradas en elementos arquitectónicos de madera más antiguos.
La piedra elegida era piedra caliza protegida por una capa de estuco de polvo de mármol o, mejor aún, mármol blanco puro. Además, la piedra tallada se solía pulir con gamuza para darle resistencia al agua y un acabado brillante. El mejor mármol procedía de Naxos, Paros y el monte Pentelicón, cerca de Atenas.
TEMPLOS GRIEGOS

El teatro griego
Otra contribución distintiva de la arquitectura griega a la cultura mundial fue el anfiteatro. Las pruebas arqueológicas más antiguas de la existencia de teatros datan de finales del siglo VI a.C., pero podemos suponer que los griegos se reunían en lugares públicos específicos mucho antes. De hecho, yacimientos minoicos de la Edad de Bronce como Festo contaban con grandes plazas escalonadas que se cree que se utilizaban para espectáculos como procesiones religiosas y deportes de salto de toros. A finales del siglo VI a.C., en Thorikos (Ática), encontramos una estructura rectangular similar a un teatro, con un templo dedicado a Dionisos en uno de sus extremos. Esto sugiere que se utilizaba durante los festivales dionisíacos, en los que a menudo se representaban obras de teatro. Sin embargo, fue a partir del siglo V a.C. cuando el anfiteatro griego adquirió su forma más reconocible e influyente. Se trataba de una disposición al aire libre y aproximadamente semicircular de filas ascendentes de asientos (theotron) que proporcionaban una acústica excelente. El escenario u orquesta también era semicircular y estaba respaldado por una pantalla o skene, que se haría cada vez más monumental en los siglos siguientes. Los arcos monumentales constituían a menudo las entradas (paradoi) a ambos lados del escenario.

El estadio griego
Otro aporte duradero de la arquitectura griega a la cultura mundial fue el estadio. Los estadios recibían su nombre de la distancia (600 pies antiguos o unos 180 metros) de la carrera a pie que albergaban originalmente: el stade o stadion. Construidos inicialmente cerca de terraplenes naturales, los estadios evolucionaron hacia estructuras más sofisticadas con hileras de escalones de piedra o incluso mármol para los asientos, que tenían divisiones para facilitar el acceso. Alrededor de la pista había conductos para evacuar el exceso de lluvia y, en la época helenística, los corredores abovedados ofrecían una entrada espectacular para los atletas y los jueces. Ejemplos famosos son los de Nemea y Olimpia, con capacidad para 30.000 y 45.000 espectadores respectivamente.

¿Dónde se ubicaban los antiguos griegos?
Hace alrededor de dos mil años, los antiguos griegos habitaron en la península de los Balcanes, ubicada en Europa. En su mayor apogeo, ocuparon las islas del mar Jónico y del mar Egeo. Se expandieron hacia el norte llegando hasta las costas de la actual Macedonia y Bulgaria. Ocuparon las islas cerca de la actual Turquía y también, el sur y el este de Italia.
península: Es una extensión de tierra que está rodeada de agua por todas partes excepto por una que la mantiene unida al continente.
apogeo: Momento o situación en que algo llega a su máximo grado de perfección
La civilización minoica
La civilización minoica floreció a mediados de la Edad de Bronce en la isla de Creta, situada en el Mediterráneo oriental, entre los años 2000 y 1450 AEC. Con su arte y arquitectura únicos, y la expansión de sus ideas a través del contacto con otras culturas del Egeo, los minoicos contribuyeron de forma significativa al desarrollo de la civilización europea occidental, como hoy sabemos. Complejos palaciales laberínticos, vívidos frescos con escenas de salto del toro y procesiones, magnífica orfebrería en oro, elegantes vasos de piedra y una cerámica con vibrantes ornamentos inspirados en la vida marina, son rasgos de la Creta minoica.
Evans, al contemplar lo que él creía el auge y el declive de una cultura unificada en Creta, dividió la Edad de Bronce insular en tres fases diferenciadas, basadas en los diferentes estilos de cerámica:
- Edad de Bronce Antigua o Minoico Antiguo (MA): 3000-2100 AEC
- Edad de Bronce Media o Minoico Medio (MM): 2100-1600 AEC
- Edad de Bronce Tardía o Minoico Tardío (MT): 1600-1100 AEC
Los asentamientos de los palacios minoicos
Por toda Creta se han encontrado asentamientos, tumbas y cementerios minoicos, pero los cuatro principales palacios (ordenados por su tamaño) son:
- Cnosos.
- Festo.
- Maliá.
- Zakro.
En cada uno de estos lugares, enormes y complejas estructuras palaciales actuaban, al parecer, como centros administrativos, mercantiles, religiosos y posiblemente políticos.
Los palacios minoicos ejercían algún tipo de control local, en particular, la recolección y almacenamiento del excedente de productos.
La ausencia de fortificaciones en los asentamientos sugiere una coexistencia relativamente pacífica entre las diferentes comunidades. Sin embargo, la presencia de armas, como espadas, dagas y puntas de flecha, así como armaduras y cascos, también insinúa que no siempre se disfrutó de paz. En las vías minoicas también se han hallado puestos de guardia y torres de vigilancia, lo cual sugiere que el bandolerismo amenazaba al viajero desprotegido.

La civilización micénica
La civilización micénica (1700-1100 a.C.) floreció a finales de la Edad del Bronce, alcanzando su apogeo entre los siglos XV y XIII a.C. Su influencia se extendió no sólo en el Peloponeso y la Grecia continental, sino por todo el mar Egeo, en particular, Creta y las islas Cícladas. Los micénicos, llamados así por su principal ciudad, Micenas, situada en la Argólida al nordeste del Peloponeso, recibieron el influjo de la primera civilización minoica (2000-1450 a.C.), que se expandió desde su origen en Cnosos, Creta, por todo el Egeo. La arquitectura, el arte y el culto religioso fueron asimilados y adaptados para expresar la cultura micénica, quizás más militarizada y austera. Los micénicos llegaron a dominar la mayor parte de la Grecia continental y varias islas, extendiendo su red comercial a otras culturas de la Edad de Bronce en lugares como Chipre, el Levante y Egipto. Esta cultura marcó una impronta duradera en los griegos posteriores, durante los periodos arcaico y clásico, tal como reflejan los mitos de héroes como Aquiles y Odiseo y sus hazañas en la Guerra de Troya.

Principales centros micénicos
Los micénicos eran griegos nativos que recibieron un fuerte estímulo al contactar con la Creta minoica y otras culturas mediterráneas: esto les llevó a desarrollar una cultura sociopolítica más sofisticada y con carácter propio. Los principales centros micénicos incluyen Micenas (el hogar de Agamenón), Tirinto (quizás el más antiguo), Pilos (patria de Néstor), Tebas, Midea, Gla, Orcómeno, Argos, Esparta, Nikoria y probablemente Atenas. Con el tiempo, los micénicos se establecerían en Creta, especialmente en Cnosos, relevando a los minoicos como cultura dominante en el sur del Egeo hacia la segunda mitad del siglo XV a.C.
La mayor ciudad (aunque no era la capital tal como hoy lo entendemos) era Micenas, construida sobre una impresionante colina fortificada a unos 278 metros sobre el nivel del mar, donde se conservan los restos de grandes construcciones palaciales y cientos de tumbas y fosas, incluyendo nueve tumbas de colmena, o tholos (1600-1300 a.C.). Otros vestigios impresionantes incluyen secciones de las murallas y la famosa Puerta de los Leones (1250 a.C.), con su emblemática pareja de leones sobre la entrada.

La arquitectura micénica
El megaron
En muchos centros micénicos se han encontrado grandes complejos palaciales. Estos complejos, que muestran algunas características únicas de cada lugar, también comparten numerosos rasgos arquitectónicos. Los complejos eran construidos alrededor de un amplio salón rectangular, o megaron. El megaron micénico fue el precursor de los posteriores templos griegos, en los periodos arcaico y clásico. Consistía en un porche de entrada, un vestíbulo y el salón. Este era el corazón del palacio y en el centro había un hogar circular (normalmente de más de 3 m de diámetro), con cuatro columnas de madera sosteniendo un techo abierto o iluminado por un tragaluz. Era, también, el salón de trono del gobernante o wanax. Normalmente había una segunda sala, más reducida, a menudo llamada el megaron de la reina, muchas dependencias privadas y áreas anexas para la administración, el almacenamiento y la manufactura. Las habitaciones estaban ricamente decoradas con frescos en las paredes y suelos enyesados y pintados. En cuanto a los materiales, las viviendas se construían con relleno de escombros y paredes apuntaladas con vigas, recubiertas con yeso en el interior y con bloques de piedra caliza en el exterior. Las columnas y los techos solían ser de madera pintada con algunos añadidos de bronce.

Muros ciclópeos
El complejo palacial estaba rodeado por una muralla fortificada de bloques sin tallar (muros ciclópeos, llamados así porque se creía que sólo los gigantescos cíclopes podían mover aquellas enormes piedras). Estos muros alcanzan los 13 metros de altura y llegan hasta los 8 m de grosor. Los mejor conservados están en Micenas, Tirinto y Tebas, y contrastan vivamente con los desprotegidos palacios de la Creta minoica.
Galerías de ménsulas (corredores en arco creados por la superposición de bloques de piedra en hilera), tumbas de piedra circulares con techos en voladizo y portales monumentales con dinteles de piedra macizos y triángulos de descarga son otros rasgos comunes de los yacimientos micénicos. Otras estructuras micénicas incluyen campos de cultivo aterrazados, diques para contener las riadas (muy evidentes en Tirinto), y pequeños puentes construidos con grandes sillares de piedra, toscamente tallados, que parecen también la obra de cíclopes. En contrate con estas estructuras, que requerían de una numerosa mano de obra, la sociedad micénica que no formaba parte de las élites vivía en modestas casas de adobe con cimientos de piedra.
OIKOS GRIEGA
Las mujeres estaban relacionadas con el trabajo interior, y siempre ligadas a la elaboración de telas. Es por ello que en griego el trabajo de mujeres (Ergón gynaikón) no hacía referencia a las tareas domésticas sino a hilar, tejer, teñir, bordar, coser y remendar. Además, los deberes de la esposa de un ciudadano acomodado incluían proporcionar ropas para todos los miembros de la casa (incluidos los esclavos), supervisar y entrenar a las tejedoras, y guardar las telas de lujo que se utilizaban para las festividades importantes.
Las tareas femeninas se conciben siempre como actividades de larga duración, prácticamente continuas, ya que cotidianamente se deben consumir alimentos y regularmente deben producirse telas para la protección del cuerpo. Su correcta ejecución tiene connotaciones morales ya que sirven para mantener a las mujeres en el contexto del papel que es apropiado, conveniente para su función social y así alejarlas de la conducta equivoca de las hetairas[1] y las prostitutas.
Las mujeres en las ciudades griegas monopolizaban las actividades que rodeaban al parto y los primeros días de existencia de los recién nacidos. Los nacimientos constituían la tarea femenina por excelencia y en ella se veían asistidas por una de las escasas profesionales del mundo antiguo, la comadrona, y por vecinas y amigas. La parturienta era considerada impura y durante algunos días se mantenía alejada de su marido y de los miembros masculinos de su propia familia e inmersa en un círculo de relaciones exclusivamente femenino.
También los rituales funerarios eran escenarios dominados por el protagonismo femenino: las mujeres preparaban y cuidaban el cuerpo de los muertos como una prolongación de sus tareas de cuidado en el seno de la familia y, posteriormente, llevaban la iniciativa al momento central de los funerales griegos: el lamento fúnebre que, incluso, llegaba a constituir otro de los escasos trabajos remunerados que una mujer podía realizar, el de plañidera profesional.
Así pues, si nos fijamos en la arquitectura de la casa griega, desde una perspectiva de género, debemos tener en cuenta la situación de la mujer en la Grecia clásica, sus funciones y su interrelación con el espacio.
Es así que la casa griega, encargada de mantener a la mujer en el interior y escasamente relacionada, salvo ocasiones puntuales, dispone de muy pocas aberturas al exterior.
Se diferencian claramente los espacios por sexos. Vitrubio, al describir la arquitectura clásica, ya diferencia entre los espacios para hombres y los destinados a mujeres.
En la parte privada de la casa encontramos por una parte las habitaciones de los hombres (andrón, ἀνδρῶν). Estos se encontraban generalmente en la parte delantera, debido a ser un lugar, aunque privado, de reunión con amigos, fiestas y con una clara intención de conexión con el exterior. La zona de peristilos que rodea los grandes triclinios era llamada andronitidos por la costumbre de celebrar banquetes sólo para hombres y sin sus esposas. Se trataba de grandes salas donde los hombres comían, jugaban y eran atendidos con toda comodidad por los sirvientes.
Por otra parte, en la zona más alejada de la calle o en el piso superior se encuentran las habitaciones destinadas a mujeres y niños (gineceo, γυναικεῖον). Es un espacio que, como ya he mencionado, estaba destinado a la crianza de los niños, la producción textil, y la realización de la comida, siempre dentro de un contexto de privacidad. Además, alrededor de la habitación de las mujeres había, rodeando los pórticos, los triclinios, y las habitaciones de esclavos. Toda un ala de la casa llamada gyneconitis en griego por ser una zona destinada a la mujer.
Aunque podemos hablar de austeridad en las casas de la antigua Grecia, las más suntuosas disponían de ricas decoraciones, pero siempre en los espacios triclinares destinados a la reunión, los cuales siempre eran masculinos.
Por lo tanto, como afirma Coral Cuadrada en su obra: «las mujeres se hallaban en el gineceo y les son vetados los lugares destinados exclusivamente a los hombres: ni en los peristilos, ni en el lugar de los banquillos masculinos, ni en el lugar destinada a los huéspedes»

ANTIGUA ROMA

¿Qué fue la civilización romana?
La civilización romana, también llamada antigua Roma, comenzó (según la tradición) en el año 753 a. C. con la fundación de Roma, que surgió como una comunidad pequeña cerca del paso comercial del río Tíber (en la actual Italia), y se convirtió en una gran ciudad que expandió su poder e influencia por Italia y gran parte del mundo entonces conocido. Roma llegó a ser una de las potencias imperiales más exitosas de la historia.
El gobierno romano atravesó distintas etapas: monarquía (753-509 a. C.), república (509-27 a. C.) e imperio (27 a. C.-476 d. C.). Recibió la influencia de las civilizaciones etrusca y griega en aspectos políticos, culturales y militares, pero introdujo a su vez novedades que influyeron en la cultura occidental en los terrenos del derecho, las instituciones de gobierno y la tecnología civil y militar.
Logró expandir sus fronteras imperiales a la mayor parte de Europa, Medio Oriente y el norte de África, gracias a su impresionante organización militar y a su capacidad estratégica para establecer alianzas y relaciones de subordinación. A diferencia de los griegos, que excluían a los extranjeros y sometían a los pueblos conquistados, Roma los incorporó a su sistema político-social y les otorgó la ciudadanía romana, lo que contribuyó a un proceso de aculturación llamado "romanización" (que incluyó la difusión del latín como lengua).
El origen de la civilización romana
La civilización romana surgió a lo largo de un proceso que duró cientos de años. En el siglo VIII a. C., la región sobre la que se construyó Roma, en el Lacio, era un lugar favorable al tránsito, pues se ubicaba junto al río Tíber, que atravesaba buena parte de los territorios habitados de Italia y desembocaba en el mar Tirreno.


Los historiadores reconocen tres etapas en la historia del gobierno romano. La época de la República romana fue uno de los períodos más significativos en la historia de la civilización, pues puso las bases del derecho romano (que legislaba sobre el derecho privado y la separación de poderes), afianzó algunas de sus instituciones (como el Senado) y consolidó su posición como potencia dominante, lo que permitió la posterior instauración del imperio. Las tres etapas de la historia de la antigua Roma, según sus formas de gobierno, son:
- La monarquía (desde 753 a. C. hasta 509 a. C.). En este período, el gobierno de la ciudad-estado de Roma estaba a cargo de un rey (en latín, rex), que era elegido por un consejo de ancianos. Según la tradición recogida en obras romanas posteriores, hubo siete reyes, los primeros cuatro de origen latino y sabino (de la zona del Lacio) y los últimos tres de origen etrusco (de la zona de la Toscana). Los historiadores consideran que esta lista contiene elementos legendarios, como la inclusión del mítico Rómulo en la posición de primer rey. De todos modos, se reconoce la influencia etrusca en la formación del Estado.
- La república (desde 509 a. C. hasta 27 a. C.). Fue instaurada cuando se derrocó al último rey, Lucio Tarquinio, apodado "el soberbio". El gobierno pasó a estar a cargo de altos magistrados electivos (como los cónsules) y del Senado (compuesto inicialmente por patricios y luego también por plebeyos, que además tenían representación en el cargo del tribuno de la plebe). La otra institución importante del período republicano fue el ejército.En esta época, Roma conquistó y logró la subordinación de los diversos pueblos que habitaban la península itálica, como los etruscos. Luego se enfrentó a Cartago, un imperio del norte de África fundado por poblaciones fenicias. Estos enfrentamientos, conocidos como Guerras púnicas, duraron casi 120 años (entre 264 a. C. y 146 a. C.), y cuando Roma finalmente triunfó, se convirtió en la gran potencia del Mediterráneo.El militar y político Julio César amplió las fronteras de la República romana y venció en una guerra civil, pero fue asesinado en el año 44 a. C.. A su muerte, se desató otro conflicto por el poder entre Marco Antonio y Octavio (sobrino nieto de Julio César), quien triunfó e instauró el imperio.
- El imperio (desde 27 a. C. hasta 476 d. C.). Fue el período caracterizado por un gobierno unipersonal y autocrático, en el que el poder residía en la persona del emperador, cuyas decisiones no estaban sujetas a leyes. Octavio, quien adoptó el nombre de Augusto, fue el primer emperador de Roma (desde 27 a. C. hasta su muerte en 14 d. C.). Estableció cierta paz y estabilidad interna (conocida como pax augusta) que duró alrededor de 200 años, aunque continuaron los enfrentamientos fronterizos.

La economía romana
La economía de la civilización romana se basaba en la actividad agrícola, la ganadería y el comercio. La agricultura y el trabajo doméstico dependían de una amplia disponibilidad de esclavos, que eran comprados o capturados en guerras y eran considerados propiedad de sus amos.
La expansión territorial garantizaba el acceso a productos provenientes de diversas partes del mundo conocido, pero el mantenimiento de los ejércitos y de la estructura administrativa imperial demandaba una gran cantidad de recursos alimenticios. Esto promovió que algunas regiones agrícolas que se convirtieron en provincias romanas, como Sicilia, Túnez o Egipto, debieran enviar regularmente grano a Roma, que a su vez lo distribuía a las regiones del imperio que lo necesitaban.
El Estado romano recaudaba impuestos de los hombres libres en Roma y de las comunidades en las provincias, que eran administradas por gobernadores romanos. Los impuestos consistían en valuaciones que aplicaban sobre la tierra, el hogar, los esclavos, los animales, artículos personales y riqueza monetaria. Los agricultores podían pagar con las cosechas excedentes, en lugar de abonar un impuesto en metálico.
El comercio de bienes se realizaba mediante el trueque (es decir, mediante el intercambio de unos bienes por otros) o a través de un sistema de monedas de latón, bronce, cobre, plata u oro, acuñadas bajo estrictas reglas de pesos, tamaños y valores. Las monedas romanas resultaron tan populares que se usaban en diversas regiones, incluso en la India.

La sociedad romana
La sociedad romana se dividía mayoritariamente en dos grupos bien diferenciados:
- Los patricios. Eran el grupo privilegiado, constituido por un grupo minoritario de familias nobles tradicionales (gens) que remontaban sus orígenes a la fundación de Roma. Eran ciudadanos romanos de pleno derecho y ocupaban los más altos cargos políticos y militares. Al comienzo controlaban también el Senado, aunque luego se incorporaron a este representantes de los plebeyos.
- Los plebeyos. Eran la mayor parte de la población, y podían ser pequeños propietarios de tierras, comerciantes, artesanos o campesinos. Algunos eran clientes de algún patricio, del que recibían protección o medios de subsistencia a cambio de trabajar sus tierras y de apoyarlo militar o políticamente. Los plebeyos eran ciudadanos libres pero nunca tuvieron el mismo nivel de decisión política que los patricios, a pesar de que algunas revueltas provocaron la creación del cargo del tribuno de la plebe y que los plebeyos pudieron incorporarse al Senado.
- Además, existían los esclavos, que eran generalmente cautivos de guerra y podían ser liberados si compraban su libertad o si sus amos se la concedían.

La religión romana
La religión romana era politeísta y desempeñaba un rol muy importante en la vida cotidiana de los romanos. Adoraban a divinidades que eran protectoras de los hogares, a las que llamaban lares, y a los antepasados, cuyo culto doméstico estaba a cargo del padre de familia. También existía un culto público, que celebraban sacerdotes en templos, santuarios y ceremonias públicas, y a cuya cabeza estaba el sumo pontífice, cargo que durante los años del imperio desempeñaron los emperadores.
Se construyó una gran cantidad de templos en Roma y en sus provincias, para adorar a sus dioses y, en la época del imperio, también a sus emperadores (a quienes se atribuyó un carácter sagrado). En el templo de la diosa Vesta, en Roma, las sacerdotisas vestales mantenían encendido el fuego sagrado de la ciudad.
El dios más importante era Júpiter, padre de los dioses y de los hombres que, junto a su esposa, la diosa Juno, gobernaba al resto de las deidades, entre ellas:
- Marte. Dios de la guerra.
- Mercurio. Mensajero de los dioses y dios del comercio.
- Neptuno. Dios del mar.
- Diana. Diosa de la caza.
- Vesta. Diosa del hogar.
- Minerva. Diosa de la curación, la sabiduría y la estrategia militar.
- Venus. Diosa del amor y la belleza.
- Baco. Dios del vino, la fertilidad y la diversión.
- Vulcano. Dios del fuego.
Con la difusión del cristianismo, la libertad de culto establecida por el emperador Constantino I (que gobernó entre 306 y 312), luego de años de persecución a los cristianos, y la posterior adopción del cristianismo como religión oficial del imperio por orden del emperador Teodosio I (en el año 380), el culto público a los antiguos dioses en los territorios del Imperio romano fue prohibido.

Templos romanos
Los templos romanos fueron una parte fundamental de la arquitectura romana. Influenciados por los templos griegos y etruscos, los templos eran lugares de culto dedicados a las deidades del panteón romano. Sin embargo, a diferencia de los templos griegos —que se rodeaban en su totalidad de perfectas columnas—, los templos romanos estaban diseñados principalmente para ser observados desde el frente. El templo romano típico se estructuraba en una planta rectangular, un pórtico con columnas y un techo inclinado.
Los elementos decorativos en los templos a menudo incluían esculturas y relieves en mármol, y el hormigón fue fundamental en la construcción de los cimientos. Los templos más conocidos incluyen el Templo de Saturno y el Templo de Vesta, ambos ubicados en el Foro Romano. Estas estructuras reflejan el orden y el equilibrio que los romanos aprendieron de los griegos, pero con una nueva perspectiva.

Arquitectura romana
El arte romano estuvo muy influido por el arte griego. Sin embargo, alcanzó a tener unas características propias. La arquitectura romana de las épocas de la república y el imperio resultó uno de los aportes más significativos de la civilización romana a las culturas que la sucedieron.
En los años de la antigua civilización romana se construyeron más edificios civiles que religiosos, caracterizados por su solidez, practicidad y monumentalidad. Se destacaron las obras de ingeniería como acueductos, puentes, termas y calzadas, así como estructuras con diversas funciones como anfiteatros, circos, arcos, basílicas, templos, foros y columnas conmemorativas. El Coliseo, construido durante el Imperio romano (se inauguró en el año 80 d. C.), fue una de las construcciones más majestuosas de la antigüedad.
Los acueductos romanos fueron especialmente importantes, porque permitieron abastecer de agua a las zonas urbanas. Las calzadas también fueron importantes, porque facilitaban el transporte y las comunicaciones. El uso de una especie de hormigón, junto con otros materiales, daba solidez a sus construcciones, lo que explica que algunos edificios se conserven en la actualidad (como el Coliseo). Los arcos romanos (que se empleaban en la construcción de puentes y grandes edificios) resultaron un avance importante en las técnicas arquitectónicas, debido a que permitían distribuir de manera uniforme el peso del resto de la estructura.
MATERIALES
La elección del material se hacía en función al destino del edificio, dimensiones, situación o disponibilidad del material o de financiación. Entre estos nos encontramos los siguientes:
Piedra: Los primeros materiales líticos utilizados en la ciudad de Roma datan del siglo VI a.C. y son los tufos (Piedras calizas muy porosas). A finales del siglo II comienzan a usarse caliza de las canteras de Tivoli llamada travertino, ya que es más sólida y duradera, hasta el siguiente siglo que comienza a llegar a Roma a través del comercio marítimo el mármol.
Estos materiales provenían de Grecia, Egipto o áfrica y se canalizaban a través del puerto de Ostia. Su uso era más decorativo, utilizado para columnas, revestimientos o pavimentos. Ya a partir del siglo IV, su importación comienza a disminuir, por lo que se reutiliza el mármol de los edificios imperiales, hecho que se agravara durante la época medieval donde los edificios se encontraban en ruinas.
Arcilla: Su abundancia y capacidad de maleabilidad, además de su solidez tras su cocción y secado, hicieron de este material uno de los imprescindibles en las construcciones. Lo más común eran las piezas de tapial y adobe, que se conseguían humedeciendo la arcilla y aplicando un desengrasante. Para el tapial, se construía un armazón de madera sobre en el que se vertía la arcilla y que se retiraba tras el secado de la arcilla. En el adobe, se fabricaban ladrillos cocidos en grandes hornos y que después se unían al muro utilizando una argamasa de arcilla húmeda.
Los fabricantes de ladrillos marcaban sus producciones con el nombre de la persona que dirigía la producción que a su vez dependía de dominus en calidad de officinator, con la fecha y con el lugar de procedencia del material.
Mortero: Se trata de una argamasa formada por cal y arena. La cal hay que cocerla primero para obtener el óxido de calcio (calx viva) que se humedece, vuelve a cocer, enfriarse y pulverizarse para obtener la calx exstinta. Después se vuelve a humedecer y mezclar con la arena para formar la argamasa del mortero que se vuelve a mezclar con mampuestos formando el opus caementicum, uno de los grandes inventos de la época romana y que se utiliza en las juntas de piedras o ladrillos, el enlucimiento de paredes y numerosas tareas más.
Obras públicas romanas
Entre las obras públicas, destacan los acueductos, que transportaban agua desde manantiales fuera de los núcleos de población, hacia los centros de las ciudades romanas. Los romanos también construyeron amplias redes de puentes y carreteras, que facilitaban el acceso a todos los rincones del territorio del imperio. Un ejemplo clave es el Pont du Gard (en la actual población francesa de Vers-Pont-Du-Gard, cerca de Nîmes) una maravilla de la ingeniería romana que aún hoy sorprende por su longevidad y el perfecto orden de su estructura.

Pont du Gard
El Pont du Gard es un impresionante acueducto romano construido en el siglo I d.C. en el sur de Francia, y es una de las mejores muestras de ingeniería civil de la arquitectura romana antigua. Este puente-acueducto fue diseñado para llevar agua a la ciudad de Nîmes, y su construcción en tres niveles de arcos sobre el río Gardon demuestra el dominio técnico de los romanos en la creación de obras públicas. Cada nivel está compuesto por una serie de arcos perfectamente alineados que dan estabilidad y resistencia a la estructura, sin necesidad de mortero.
El Pont du Gard no solo refleja la funcionalidad de la arquitectura del arte romano, sino también su belleza. El uso de piedra local y la precisión en la colocación de los elementos arquitectónicos muestran el compromiso de los romanos con la durabilidad y la estética. Esta obra ha perdurado más de 2,000 años, siendo un símbolo del ingenio romano en la construcción de puentes, acueductos, y otras grandes obras civiles.

El Acueducto de Segovia
El Acueducto de Segovia, construido en el siglo I d.C., es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura romana en España (y también uno de los mejor conservados). Este monumental acueducto fue diseñado para transportar agua desde los manantiales de la sierra de Guadarrama hasta la ciudad de Segovia. Con más de 160 arcos construidos con grandes bloques de piedra sin mortero, el acueducto es un testimonio de la habilidad de los antiguos romanos en la ingeniería hidráulica y la construcción de puentes capaces de salvar largas distancias utilizando arcos.
El Acueducto de Segovia destaca por su simetría y precisión, y ha resistido el paso de los siglos gracias a la espectacular solidez de su diseño. El uso del arco como elemento estructural clave y su integración en el paisaje urbano lo convierten en uno de los ejemplos más notables de la arquitectura romana. Además, es un símbolo del legado romano en la Península Ibérica y una de las obras más icónicas de la arquitectura del arte romano.

Monumentos conmemorativos romanos
Los monumentos conmemorativos, como los arcos de triunfo y las grandes columnas triunfales, celebraban las victorias militares y los logros del imperio. El Arco de Tito y la Columna de Trajano son ejemplos perfectos de cómo los romanos utilizaron la arquitectura para contar historias. Estos monumentos estaban decorados con escenas de batallas y procesiones triunfales talladas en materiales ricos como el mármol, mostrando el poder y la riqueza de Roma.
Foro Romano
El Foro Romano fue el epicentro de la vida política, religiosa y comercial de Roma. En este espacio, se erigieron numerosos templos, basílicas y monumentos dedicados a las más importantes deidades y emperadores del imperio. Construido en el corazón de la ciudad, el foro simbolizaba la grandeza del imperio romano y su poderío. Entre los elementos arquitectónicos más destacados se encuentran el Templo de Saturno y el Arco de Tito, ejemplos de la maestría en el uso de columnas y arcos de triunfo.
Los romanos tomaron inspiración de los griegos en cuanto al diseño de los templos y la organización de los espacios públicos, pero lo adaptaron a sus necesidades funcionales. Las construcciones del Foro Romano son un claro ejemplo del orden y la planificación urbana que caracterizaban a la arquitectura romana. El Foro también albergaba discursos públicos y eventos políticos, reflejando su importancia en los grandes acontecimientos del imperio.
Coliseo romano
El Coliseo romano, inaugurado en el siglo I d.C., es uno de los edificios romanos más emblemáticos. Esta majestuosa construcción simboliza el poder del Imperio y la habilidad técnica de los romanos en el uso del hormigón, arcos y vigas. El Coliseo tenía una capacidad para más de 50,000 espectadores y fue utilizado principalmente para eventos de gladiadores, luchas con animales y representaciones dramáticas de batallas. Su diseño se basaba en una serie de arcos superpuestos en varios niveles que daban estabilidad a la estructura y facilitaban el acceso del público a los distintos niveles del anfiteatro.
A lo largo de los siglos, el Coliseo ha sufrido daños por terremotos y saqueos, pero sigue siendo un ejemplo supremo de la durabilidad de la arquitectura romana. Su legado ha influido en la construcción de infinitud de edificios posteriores (incluso estadios modernos) y su estructura monumental es un testimonio del ingenio de los arquitectos romanos.
Características del Coliseo romano
La dinastía Flavia fue la responsable del desarrollo de la arquitectura hueca, y por eso el Coliseo luce altas paredes con filas de arcadas cóncavas. Todo lo dicho hace del Coliseo un hito fundamental de la historia de la arquitectura y del arte en general, pues le otorga a este edificio características innovadoras y singulares.
Medidas del Coliseo
El Coliseo romano tiene una altura de 48,5 metros. Su base tiene 187,75 × 155,60 metros y la arena 75 x 44 metros. Su perímetro suma 524 metros y tiene un área de 24.000 m².


Coliseo Romano
Palacios y casas romanas
La arquitectura romana residencial más característica la vemos en las domus y palacios construidos para las élites de la época. Estos edificios tenían patios centrales y estaban decorados con ricos detalles de mármol y frescos. El Palacio de Augusto en el Palatino y la Villa Adriana a las afueras de Roma son ejemplos de la opulencia de las residencias imperiales. Las casas o residencias más comunes, como las insulae, eran edificios de apartamentos que albergaban a las clases medias y bajas en las ciudades
DOMUS ROMANA.
Además de la importancia social y política de entretener a los invitados, clientes y dignatarios extranjeros de visita, el esposo llevaba a cabo sus reuniones de negocio matinales (saludatio) en casa.
Los aristócratas estaban con frecuencia fuera de casa en campañas militares o deberes administrativos a las provincias, a veces durante años, el mantenimiento de las propiedades familiares y las decisiones comerciales eran a menudo dejadas a las esposas. Por ejemplo, mientras Julio César estuvo fuera de Roma durante los años cincuenta del siglo I a. C., su esposa Calpurnia fue responsable de cuidar sus propiedades.
Quizá por herencia griega, una de las tareas que las mujeres supervisaban en una gran casa era la producción de ropa. En la Roma temprana, el hilado de la lana era una ocupación doméstica fundamental que indicaba la autosuficiencia de una familia, ya que la lana se producía en sus propiedades. Incluso en un entorno urbano, la lana fue con frecuencia un símbolo de los deberes de la esposa. Incluso de las mujeres de clases altas se esperaba que fueran capaces de hilar y tejer.
Es así que la domus romana, además de ser más grande y lujosa que la oikos griega, dispone de una distribución diferente.
La domus, recordemos, era el tipo de vivienda de las clases altas, estaba orientada a la vida pública. Era escenario casi todas las mañanas de la llamada salutatio, las visitas al pater familias por parte de sus clientes y demás hombres de negocios.
La constante visita de personajes diversos hace que la domus se constituya con una serie de características arquitectónicas adaptadas a su función. El vestibulum conformaba un amplio lugar de recepción, con mosaicos y decoraciones diversas. Seguidamente encontramos el atrio, un espacio abierto por el techo que aportaba luz y frescura, y tenía como función la recogida de agua con un pequeño estanco o pileta. Al mismo tiempo el atrio servía para mostrar el poder familiar a través de la decoración como, por ejemplo, esculturas sofisticadas. Finalmente, en la misma línea encontramos el tablinum, una especie de despacho que podía disponer de puertas de madera para mayor intimidad y donde el patrón trataba los asuntos de negocios con sus visitantes.
Este eje vestibulum-atrio-tablinum, es importante ya que desde la entrada de la casa el visitante era capaz de observar toda la actividad de la casa, incluso ver si el pater familias estaba reunido.
En un ámbito más privado encontramos el triclinium, donde el cabeza de familia se reunía realizando un banquete con sus amistades más cercanas o con sus parientes. La muestra de lujo se observa con los frescos que suelen exhibir estas habitaciones.
Además, hay que recordar los ámbitos de la casa llamados tabernae destinados a la venta de productos y orientados a la vía pública.
La mujer entra en juego dentro de esta función pública de la casa atendiendo y entreteniendo a los visitantes del dominus. Es cierto que la mujer podía hacerse cargo de los asuntos de su marido y dominaba los aspectos funcionales de la casa, como los esclavos, el tejido y el suministro de víveres. Sin embargo, salvo en casos concretos era en la figura del hombre donde recaían los tratos comerciales y políticos.
La retirada a espacios más tranquilos y lúdicos, huyendo del calor y el estrés de la ciudad se hará a través de la villa, la casa de campo romana donde, ahí sí, la mujer lograba de control completo de su gestión.
FUENTES
https://www.worldhistory.org/trans/es/1-12026/polis/<br>https://historia.nationalgeographic.com.es/a/dorico-jonico-y-corintio-tres-ordenes-griegos_12757
https://www.worldhistory.org/trans/es/1-11683/arquitectura-griega/
https://www.worldhistory.org/trans/es/1-80/la-civilizacion-minoica/
https://www.worldhistory.org/trans/es/1-11147/la-civilizacion-micenica/
https://humanidades.com/civilizacion-romana/
https://planner5d.com/blog/es/arquitectura-romana/
https://academiaplay.net/griegos-romanos-sus-hogares/